El consumismo es una de las principales causas de la contaminación del medio ambiente y su deterioro. Esta problemática cobra cada vez más relevancia debido a su gran impacto en el cambio climático y los problemas ambientales que ello genera.
En ésta entrada hablaremos sobre qué es el consumismo, sus impactos y cómo podemos ayudar al medio ambiente llevando un estilo de vida simple y minimalista.
¿Que es el consumismo?
Llamamos así a la compra o acumulación de bienes que no son indispensables, es decir, bienes que no son una necesidad.
Todos necesitamos consumir ciertos artículos que son indispensables para llevar una vida plena como lo son la vivienda, comida o ropa. Sin embargo, cuando dejamos de consumir por necesidad y comenzamos a consumir solo por deseo o gusto, esto se vuelve un problema.
Nos parece muy fácil ir a un centro comercial y llenar de artículos nuestro carrito de compras. Si no tenemos efectivo, tarjetazo y adelante. Hay ciertas necesidades limitadas que podemos cubrir completamente, sin embargo, nuestros deseos son ilimitados, no podemos seguir ese camino.
Si analizamos ésta conducta y la llevamos a un panorama global, nos damos cuenta de que nuestro planeta no está preparado para satisfacer deseos ilimitados y que si todos continuamos con esta mentalidad, no falta mucho para que entremos en una verdadera crisis de recursos.
¿Como nace el consumismo?
No puedo darte un motivo exacto del nacimiento del consumismo, lo que puedo decirte es que la aparición del capitalismo en Europa occidental tuvo mucho ver.
Al principio los hombres se preocupaban por acumular grandes riquezas a fin de alcanzar mayor estatus social. Una vez que los más ricos sintieron sus fortunas seguras, recurrieron a despilfarrar su dinero construyendo grandes mansiones, vistiendo la ropa más exclusiva o comprando grandes joyas a fin de impresionar a sus rivales.
Esto impulsó a las empresas a producir más artículos y con el tiempo a una sobreoferta en el mercado, lo que favoreció la aparición de la mercadotecnia y la publicidad para poder vender todos esos artículos que ya se estaban ofertando.
Después de esto, las clases media y baja que antes ahorraban dinero y veían mal las costumbres de la clase alta, dejaron de hacerlo y comenzaron a comprar y despilfarrar. Ahora se suele considerar que aquel que tiene “mayor poder adquisitivo” tiene mejor estatus social.
¿Porque somos seres consumistas?
Si analizamos lo que expliqué en el punto anterior, nos damos cuenta de una de las principales razones. Esto sucede desde niños, si los padres no satisfacen las necesidades de afecto, ellos recurren a llenarlas con juguetes u otros objetos.
Muchos se van de compras porque no sienten ser lo suficientemente valiosos por sí mismos y creen que necesitan tener cosas para poder serlo.
Nuestra hambre por consumir no es más que un intento de compensar nuestra falta de autoestima y nuestras carencias emocionales.
Hay gente que compra como un escape a la depresión ya que el comprar produce dopamina en nuestro cerebro, la misma sustancia que se produce cuando tenemos sexo. Sin embargo, el efecto es temporal y pronto necesitan otra dosis.
También nos perjudica el hecho de que estamos siendo bombardeados por publicidad todo el tiempo y donde sea que estemos. Si ahora mismo quitas la vista de la pantalla y miras a tu alrededor verás que tengo razón. Antes la gente vivía tranquila en casa, consumiendo sólo los artículos necesarios. Con el nacimiento de la televisión y luego el internet, comenzamos a envidiar todo aquello que podíamos tener y no teníamos. Antes no existía Starbucks y ahora mucha gente considera su café matutino de la franquicia una necesidad.
Nuestra cultura está predispuesta a los productos de un solo uso sin preocuparse por la contaminación, hay muy poca educación ambiental en este sentido. Preferimos comprar platos desechables al hacer reuniones sólo para evitarnos la fatiga de tener que lavarlos después. Lo mismo aplica para juguetes, ropa y todo aquello diseñado para usar y tirar.
¿Cuales son las consecuencias del consumismo?
Nombraré solo algunas, las más evidentes:
- Explotación laboral: Muchas empresas suelen mover sus fábricas a países de tercer mundo con el fin de abaratar costos de producción. El problema está en que ha habido muchos casos en los que se explota a los trabajadores locales haciéndolos trabajar por sueldos miserables, largas jornadas y en condiciones insalubres e inseguras. Como ejemplo de ello está la tragedia de Bangladesh del 2013.
- Empobrecimiento e incertidumbre: Al estar obsesionados con comprar, raramente nos tomamos el hábito del ahorro. Nuestras familias pueden quedar desprotegidas frente a alguna adversidad.
- Problemas ambientales: Se genera una cantidad inmensa de residuos tanto al producir cómo al consumir estos artículos. Si le sumamos la falta de educación ecológica que aún existe en muchas partes del mundo, nos vemos ante un gran problema de acumulación de basura.
- Escasez de recursos: Gastamos una gran cantidad de nuestros recursos más valiosos para producir estos bienes de consumo. El precio del agua, la electricidad y del combustible aumentan debido a la gran demanda. La población humana sigue creciendo exponencialmente y si seguimos con este ritmo, pronto nos quedaremos sin los recursos naturales necesarios para satisfacer las necesidades básicas humanas.
- Calentamiento global: La extracción de la materia prima, la energía que se utiliza en la producción y fabricación, la transportación hasta el punto final de venta a público y la basura que se genera al usarlo. Todos estos son factores que influyen en el cambio climático.
¿Cómo ayuda el minimalismo al cuidado del medio ambiente?
Cómo ya vimos a lo largo de la entrada, nuestro planeta se encuentra vulnerable y con él, nosotros. Necesitamos cambiar nuestros hábitos de consumo si queremos que las nuevas generaciones puedan tener una vida de calidad tal como nosotros pudimos tenerla.
Aun con todas estas empresas y su publicidad hostigándonos constantemente, somos nosotros como consumidores los que tenemos la decisión final y los que podemos hacer un cambio.
Quienes llevamos un estilo de vida simple sabemos que debemos oponernos constantemente al consumismo ya que si no lo hacemos podemos llegar a acumular sin darnos cuenta. Al optar por una vida sin excesos y limitada sólo a aquello que aporta valor, logramos ayudar a reducir los problemas ambientales y nos ayudamos a nosotros mismos viviendo una vida plena y tranquila.
A continuación te menciono 5 consejos extra con los que puedes ayudar a reducir la contaminación del medio ambiente:
- Compra articulos usados: Hay gente que opta por vender cosas de segunda mano cuando se da cuenta de que ya no las usará (quizá tú lo hayas hecho en alguna depuración). Muchos de estos productos se encuentran en perfecto estado, algunos ni siquiera fueron usados. Si el vendedor te da confianza y el precio lo amerita, puedes comprar y de esta manera ayudarás a ahorrar los recursos que se hubieran necesitado para hacer ese articulo desde cero.
- Utiliza el agua y la electricidad necesaria: Si lo tienes, elimina el mal hábito de dejar los grifos corriendo mientras lavas algo o te cepillas los dientes. Cierra la regadera cuando te estés enjabonando. Apaga las luces cuando no las estés usando, lo mismo con la computadora o cualquier equipo electrónico. Con este tipo de acciones ayudas a reducir el cambio climático y ayudas a tu bolsillo.
- Camina cada vez que puedas: Eso, camina. En lugar de tomar el auto para recorrer 5 manzanas, acostúmbrate a caminar. Ayudas al planeta, cuidas tu cuerpo y cuidas tu economía.
- Usa la lista de deseos: Yo tengo una nota en mi telefono a la que he llamado “La lista de deseos”. Cada vez que siento ganas de comprar algo y cuento con dinero para hacerlo (si no, lo descarto, evito siempre comprar a crédito), lo anoto en esta lista y a lado pongo la fecha de ese día. Si al paso de un mes sigo sintiendo el mismo deseo, lo compró, si no, lo elimino.
- Motivate: Cada vez que sientas deseos de comprar algo que no necesitas, piensa en alguna meta que tengas. Puede ser un viaje, ten en cuenta que puedes ahorrar ese dinero e invertirlo en él.
Cambia objetos por experiencias.
¿Conoces alguna otra manera de apoyar? Te agradecería si pudieras escribirla abajo en los comentarios.
Me ayudas bastante, me confieso que de vez en cuando me ganan los impulsos a la hora de comprar ropa, veo alguna prenda que me gusta y termino comparándola. Cuando llego a casa y analizo mi closet me doy cuenta que tengo tengo prendas similares y que mi compra era totalmente innecesaria. Hago depuración de closet cada cierto tiempo y la ropa que ya no uso la regalo o la dono, eso alivia un poco mi culpa.
Haré lo de la lista de deseos me parece una idea genial 🙂
Hola Judith! Me alegra saber que te ha gustado la entrada.
Hay que ser disciplinados para poder luchar contra el impulso del consumismo. Estoy seguro de que poco a poco podrás ir mejorando.
Me cuentas que tal te va con la lista de deseos.
Un abrazo!
Lo de la lista de deseos es algo que a veces he hecho, apuntándolo en una libreta. En lo de comprar artículos usados, he comprado cosas para mi o mi hija, y también he ido vendiendo muchas cosas que no usaba. No recupero todo el dinero que me costó ese articulo pero no es una perdida del todo, y ademas, se que alguien le dará más uso. Hace poco he empezado a hacer con mi novio un bote, en el que metemos dinero de los cafés que no tomamos en cafeterías, que a veces era a diario. Ese dinero lo quiero emplear en viajar, aunque sea para una escapada ya que para pagar unas vacaciones de más días, tendría que ser muchos más meses.
Hola Feli!
Perfecto. Vas por muy buen camino, muchas felicidades.
Ese viaje seguro que lo vas a disfrutar al máximo.
Un gusto como siempre leer tu comentario, un abrazo!