Ley de la Asunción

La Ley de la Asunción se basa en la premisa de que nuestros estados internos de conciencia crean nuestra realidad externa. En otras palabras, lo que asumimos como verdadero en nuestro mundo interior se manifiesta en el mundo exterior. Es como si nuestra mente fuera un taller de alquimia, donde nuestros pensamientos, creencias y visualizaciones se convierten en la materia prima de nuestra experiencia cotidiana.

Aquí es donde se vuelve realmente fascinante: según Neville Goddard, la clave para utilizar la Ley de la Asunción de manera efectiva radica en actuar como si nuestros deseos ya se hubieran manifestado. Esto implica sumergirnos en el estado mental y emocional de aquello que deseamos experimentar, y vivir desde esa realidad interior antes de que se manifieste externamente.

Es como si estuviéramos interpretando un papel en el escenario de nuestra propia vida. Si queremos manifestar una relación amorosa, por ejemplo, debemos asumir el papel de alguien que ya está en una relación feliz y satisfactoria. Imagina cómo te sentirías, cómo hablarías y cómo actuarías si ya estuvieras viviendo esa realidad. Al hacerlo, estás generando una vibración interna y enviando un mensaje al universo de que esa experiencia ya es tuya.

Pero aquí viene la parte intrigante: la Ley de la Asunción no solo se trata de actuar de forma superficial, sino de incorporar verdaderamente ese estado mental y emocional en todos los aspectos de nuestra vida. Neville Goddard nos insta a cultivar una profunda fe y confianza en que nuestras asunciones se manifiestan, incluso cuando la realidad externa aún no lo refleje. Es un acto de fe creativa y una entrega total a nuestra capacidad de crear nuestra propia realidad.

Poner en práctica la Ley de la Asunción

Te invito a explorar y experimentar con la Ley de la Asunción en tu propia vida. Adéntrate en la magia de asumir estados mentales y emocionales que reflejen tus más profundos deseos. Permítete vivir desde esa realidad interna y observa cómo el universo responde y se sincroniza con tus asunciones más elevadas.

Recuerda siempre que eres un poderoso creador y que la realidad que experimentas es un reflejo directo de tus estados internos. Utiliza la Ley de la Asunción para elevar tus pensamientos, creencias y emociones hacia aquello que realmente deseas manifestar. ¡Que tus asunciones se conviertan en la semilla fértil de tu realidad más extraordinaria!